Selma Bacha: La niña que soñaba con capitanear el Olympique de Lyon femenino

En un Olympique de Lyon femenino plagado de estrellas, la lateral zurda ha sabido labrarse un lugar como una de las piezas más influyentes del equipo. Su entrega innegociable, calidad en el carril zurdo y personalidad sobre el césped la han convertido en una de las jugadoras más queridas por la afición y en un pilar dentro de la estructura del club que milita en la primera división francesa. Sin embargo, la temporada 2024/2025 le ha planteado un desafío inesperado: las lesiones han condicionado su participación, privándola de acumular los minutos que en otras campañas la consolidaron como indiscutible.

Pero Bacha ha vuelto, y lo ha hecho como solo las grandes futbolistas saben hacerlo: con actuaciones clave en momentos determinantes. Recuperada de los problemas físicos que la han alejado de los terrenos de juego, ha retomado un rol protagónico en el Lyon, dejando huella tanto en la Arkema Première Ligue —máxima categoría del fútbol femenino francés— como en la Champions League femenina.

Desde su irrupción en el primer equipo en 2017, ha sido una de las jugadoras principales en la estructura de un Olympique de Lyon femenino que ha dominado Europa con puño de hierro hasta la aparición del súper Barcelona de las Balones de Oro. La capacidad de Selma Bacha para desequilibrar, asistir y ser un engranaje ofensivo sin descuidar sus responsabilidades defensivas la ha convertido en una lateral de referencia en el continente europeo. De cara a los próximos cursos, su evolución apunta a consolidarla como una de las mejores jugadoras de la historia en su posición y proyecta un legado que trascenderá generaciones.

Nacida en Lyon en el 2000, Selma Bacha creció en una familia con raíces africanas, de padre francés con ascendencia argelina, y madre de origen tunecino. Ya desde pequeña, a la edad de cuatro años, demostró una pasión innata por el fútbol, inculcada por su hermano mayor. También su padre, gran aficionado al deporte, fue quien la impulsó a perseguir ese sueño y desde sus primeros pasos mostró una determinación inquebrantable. A los ocho, ingresó en la prestigiosa academia del Olympique de Lyon, que ya dominaba el panorama del fútbol femenino europeo y que apostaba fuerte por la cantera.

Desde el primer momento, los técnicos del Lyon femenino detectaron ese potencial y vieron en ella algo diferente al resto de las jugadoras locales. Con una mentalidad competitiva y una capacidad atlética sobresaliente, Bacha no tardó en destacar. Un ascenso que fue meteórico y en la temporada 2017/2018, con apenas 17 años, debutó con el primer equipo. Desde entonces, el crecimiento ha sido imparable, consolidándose como titular indiscutible en un cuadro plagado de estrellas. Ha sido parte crucial en la consecución de múltiples títulos, entre los que se incluyen cuatro Champions League y varios campeonatos nacionales, para ayudar a construir un legado que la ha convertido en un emblema, ya no solo del femenino, sino del club en general.

Más allá de estos logros, Bacha representa la identidad de la ciudad en su máxima expresión. Criada en Lyon y formada íntegramente en el club lionés, es una de las futbolistas más queridas por los aficionados, que la ven como una más de las suyas. Esa garra, entrega y fidelidad a la camiseta le han valido el reconocimiento del expresidente y leyenda del Olympique, Jean-Michel Aulas, quien en repetidas ocasiones ha destacado la importancia no solo como jugadora, sino como símbolo del OL. Pese a que los cantos de sirena de conjuntos potentes como el Barça no han parado de tentarla en las últimas campañas, ella ha decidido reafirmar su compromiso con la institución, renovando el contrato hasta 2029, convencida de que aún tiene mucho que aportar por los colores que marcan su vida.

Bacha no es una lateral convencional de las que estamos acostumbrados a ver en el fútbol femenino. Combina una intensidad física abrumadora con una calidad técnica que le permite influir en el desarrollo del juego. Aporta amplitud gracias a una capacidad para innata para incorporarse al ataque y da mucha profundidad a la fase ofensiva del Olympique de Lyon femenino, generando constante superioridad numérica por el carril izquierdo. Su lectura del juego le permite temporizar con criterio, interpretar los espacios libres y lanzar diagonales que desajustan las estructuras defensivas rivales. Un entendimiento futbolístico y calidad que le permite ser diferencial en zonas reducidas y una capacidad física que la vuelven letal en sus movimientos profundos al espacio.

Tácticamente, tiene tendencia a ocupar zonas avanzadas que la convierte en una pieza determinante en la progresión de las de Joe Montemurro. Contribuye en la creación de triángulos asociativos que facilitan la salida de balón y la llegada con peligro al área rival. Presenta una conducción agresiva, decidida que junto a la facilidad que tiene para el regatear en espacios reducidos le permiten romper líneas con facilidad y genera situaciones de ventaja para sus compañeras. Ese potencial ofensivo le viene de su juventud, época en la que se prodigaba más como extremo, para en esta etapa senior reciclarse a la posición de lateral.

Uno de sus mayores activos es el golpeo exquisito de balón. Tiene una facilidad pasmosa para colocar centros tensos y teledirigidos que encuentran con precisión las zonas calientes de remate. Ha liderado las estadísticas de asistencias en la Arkema Première Ligue en varias temporadas, gracias a ejecutar envíos medidos desde la banda o en jugadas a balón parado. La técnica que muestra en el golpeo le permite ser un recurso fundamental en lanzamientos de falta y saques de esquina, sumando una amenaza adicional al repertorio ofensivo del Lyon, que ya de por si es infinito.

Defensivamente, muestra una entrega incuestionable. Con una capacidad de anticipación notable y una agresividad controlada, impone respeto a cualquier atacante que intente desbordarla. Tiene una lectura táctica y rapidez en la cobertura que la convierten en una de las defensoras más completas del continente. En los momentos decisivos, ha demostrado ser una jugadora fiable, con actuaciones determinantes en finales y partidos de máxima exigencia. La fuerza que exhibe en el tren inferior le permite ser una excelente ganadora de duelos terrestres. Con una inteligencia espacial privilegiada y una exuberancia física superior al resto obtiene mucha facilidad para anticiparse a los pases de las rivales, a la par que le ayudan a minimizar sus carencias en el juego aéreo.

Con el combinado galo, ha evolucionado hasta convertirse en una ficha esencial para el esquema táctico del cuadro nacional dirigido por Laurent Bonadei. Debutó en 2021 y en apenas cuatro temporadas ha acumulado muchísima experiencia internacional para consolidarse como titular en torneos de gran envergadura como el Mundial o la Eurocopa femeninas.

Francia, históricamente, ha contado con futbolistas de enorme calidad, pero la irrupción de Bacha ha supuesto una bocanada de aire fresco. La zurda encaja a la perfección con la filosofía de una selección que aspira a conquistar su primer gran título internacional. Selma tiene ese liderazgo silencioso y compromiso con la causa que la han convertido en una referente para las nuevas generaciones de futbolistas francesas.

Selma Bacha no solo representa el presente del Olympique de Lyon femenino y de Francia, sino que encarna los valores de trabajo, sacrificio y pasión que han definido la grandeza del club lionés. En una era donde el fútbol femenino sigue luchando por mayor reconocimiento y visibilidad, figuras e historias como la suya resultan esenciales para inspirar y liderar a las nuevas generaciones de niñas que cada vez más se decantan por el fútbol como su deporte favorito. Con un contrato renovado hasta 2029, su historia con el OL aún tiene muchos capítulos por escribir. Selma Bacha es, sin duda, el motor incansable de un conjunto acostumbrado a la gloria.